El paradigma empresarial actual nos lleva a vivir nuevos entornos y mercados, cada vez más dinámicos, complejos y competitivos. Ante tal realidad es necesario redefinir un cambio de escenario que nos permita adaptarnos a los retos actuales, no tiene demasiado sentido seguir haciendo las cosas de igual manera tratando de obtener diferentes resultados.
Estudios realizados para nuestro país el pasado año, sobre la motivación de los empleados españoles, nos indica que estas son las razones por la que abandonarían un trabajo:
- 44%Búsqueda de un mejor proyecto del que formar parte y con más responsabilidades.
- 35%El ambiente y la calidad de vida profesional.
- 11%Flexibilidad, el equilibrio entre vida personal y profesional.
- 6%Mayor estabilidad
- 4%Mas sueldo.
Como podemos comprobar los trabajadores buscan compromiso con las organizaciones de las que forman parte, necesitan ese sentimiento de arraigo y pertenencia a cambio necesitan sentirse en un ambiente de calidad y que compatibilice su vida personal y profesional.
Todo esto nos lleva a una reflexión, nos encontramos en la era de la humanización de las organizaciones, las personas que las forman, pueden y quieren ser el eje estratégico y las claves de su éxito.
Quienes antes se den cuenta de ello, antes podrán poner en marcha los procesos necesarios para afrontar los retos y verlos como oportunidades de crecimiento y empoderamiento.
Las empresas que ya tienen claros estos conceptos, Alinean el capital humano con la estrategia y la cultura de la organización, valoran a sus empleados no solo por lo que saben si no por CÓMO SON, y el CÓMO SON engloba cada vez más los aspectos emocionales, de relación, capacidad para interactuar con colaboradores y clientes.
Estas empresas ya están haciendo que EL Capital Humano sea su principal activo.
Los conocimientos, experiencias, relaciones, etc., tienen un valor incalculable y han de saberse gestionar.
Conseguir una adecuada vinculación y motivación de las Personas, es un factor clave del éxito para cualquier negocio y su Gestión, debe estar basada en el alineamiento estratégico de las Personas con los objetivos del negocio y lograr el compromiso, haciendo que se sientan partícipes del proyecto de la compañía.
Para ello es Necesario que los líderes ofrezcan mensajes claros de rumbo sobre las metas estratégicas y que faciliten el desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes requeridos para cumplir con los procesos clave.
¿Cómo ponemos en marcha la fórmula que incluye todos estos factores?
- SABER = Conocimientos
- SABER HACER = habilidades
- QUERER HACER = Actitudes
Cuando hablamos del VALOR de un trabajador para la organización en gran medida nos basamos en competencias cognitivas (CONOCIMIENTOS y HABILIDADES) y en ocasiones obviamos el grado de voluntad (COMPROMISO Y ACTITUD)
Si lo trasladamos a las matemáticas, ¿Qué tal esta fórmula?
(CONOCIMIENTO + HABILIDADES) x ACTITUD.
Los conocimientos y las habilidades suman, pero lo que realmente da valor a la fórmula es el factor multiplicador, LA ACTITUD.
Volvamos a la reflexión del inicio de este artículo, el paradigma empresarial ha cambiado, necesitamos encontrar un sistema diferente, más eficiente y todas las organizaciones tienen los recursos para hacerlo posible, las personas que forman parte de ellas, esas personas saben, pueden y quieren comprometerse con las organizaciones de las que forman parte, necesitan únicamente un ambiente que lo propicie.
Hay tres tipos de empresas:
- Las que se Adaptan al cambio.
- Las que se Anticipan el cambio.
- Las que Provocan el cambio.
¿De cuál formas parte tú?
Yolanda Garcia – Sfera Serveis
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